Deporte adaptado
Los deportes están incluidos en la educación y formación desde la infancia para desarrollar habilidades sociales que facilitan la integración en la comunidad. Formar parte de actividades de ocio o deportivas en las que se realiza ejercicio físico, tiene repercusiones positivas en el día a día de cualquier niño, incluyendo a aquellos que presentan TEA. Con ella se consigue una liberación de endorfinas que ayudan a la relajación y favorecen al descanso, consiguiendo de esta manera una mayor atención, disminución de la ansiedad, aumento de confianza en si mismo, desarrolla el sentido de la responsabilidad, mejorando las habilidades de comunicación y el trabajo en equipo.
Es necesario, también, tener en cuenta el factor físico, ya que en el Trastorno del Espectro Autista se ve afectado el equilibrio, el tono muscular, la postura, la coordinación motriz; aparecen movimientos involuntarios; puede existir hipertonía, marcha de puntillas, en tijera o con rodilla en flexión y, en general, un déficit en el control postural de cuello y tronco.
Cuando se presenta un deporte adaptado a niños con TEA se busca, principalmente, además del beneficio físico que supone, que estos se diviertan, se sientan parte del grupo, aprendan a centrarse en la tarea y se socialicen. Por ello, antes de comenzar a practicar cualquier deporte en sí, es necesario aprender todo esto jugando e iniciándose poco a poco.
Es por esto y más fue que Autismo Melilla comenzó, en 2014, un programa de Actividades Deportivas Adaptadas, en las que se persiguen los siguientes objetivos:
- Iniciar a los niños y niñas con TEA al juego cooperativo.
- Desarrollar una actividad física saludable.
- Potenciar habilidades motoras, sociales y de juego.